La amistad de las tres hermanas propietarias de este piso hizo que depositaran su confianza plena en nuestro equipo, por lo que el proceso de venta de la casa familiar fue muy sosegado.

Desde el primer momento, y a lo largo de todo el proceso de venta, nos ocupamos del reportaje fotográfico, las visitas y la documentación de la notaría para descargarlas de tensiones y que este periodo de sus vidas fuera lo menos estresante posible porque se juntaban muchos sentimientos y recuerdos familiares.

Fue un placer trabajar para estas fantásticas amigas y vendedoras y llevar a buen puerto este trámite que es especialmente difícil para cualquier hij@.

Los compradores, una pareja joven que va a disfrutar de su proyecto familiar en este pisazo, nos ha encargado el proyecto de  rehabilitación para convertirlo en su futuro hogar.